ZONAS AFECTADAS
La
sonrisa de Karla Daniela cuando recibe las donaciones justifica las
dificultades de la carretera (?) que nos trae hasta Santa Rosa, sector El
Ahorcado. De la pista de asfalto en este tramo solo quedan retazos que están al
costado de lo que era esta vía; el paso obligado ahora es a través del llamado
“Pasamayito”, nombre tan inofensivo para una trocha de terror.
Existen
medidas graduales que registran el impacto de los fenómenos naturales, pero
cada población lo ha vivido de forma diferente. En Chambara hay, incluso, un “pase de huaico” por el que discurren los
flujos sobrecargados de agua; está a la altura del km. 30 de la pista
Huaura-Sayán. Pero este año sobrepasó todo pronóstico, incluso de los
especialistas e instituciones que monitorean los fenómenos del clima.
En
el sector denominado Chambara alta el impacto fue tremendo, a pesar de trabajos
anteriores diseñados para mitigar la torrentada. El paso del huaico
prácticamente los ha dejado en la calle, en la intemperie; sus casas han sido
cubiertas por cerca de un metro de lodo, imposibilitando el ingreso y obligando
a que pernocten en los cerros aledaños en carpas donadas.
En
el anexo Manco Cápac dos huaicos sucesivos no solo ha dañado sus moradas, sino
que en afán de que sus muebles y enseres sequen por la remojada, los vecinos retiraron
sus pertenencias hacia afuera con tan mala suerte que la segunda barrida se
llevó lo poco que habían rescatado.
El
poblador de Maní alto vivió su peor pesadilla: el río socavó la base de sus
casas y una inusual caída de agua del cerro vecino los sumió en dos frentes,
obligándolos a abandonar sus casas en busca de resguardar su integridad física.
En
resumen, todo el distrito de Sayán ha sufrido (y sufre) los estragos de este
fenómeno del clima, un huaico que según lo moradores más veteranos no se
producía hace 6 o 7 décadas, lo que obliga a una reflexión: Urge una pronta
reubicación de los pueblos más afectados.
En
este panorama desolador y sombrío brilló con fuerza la palabra SOLIDARIDAD.
La
ayuda (tardía para los más damnificados) llegó de todos los niveles tanto del
Estado, Región y municipalidades, así como de empresas, instituciones y personas
que llegaron prestos a dar su apoyo. Hombres, mujeres, jóvenes, personas
adultas, todos en un solo propósito de socorrer a los hermanos en desgracia.
Por nuestro lado, las palabras del Coronel
PNP Luis Flores, recogidas por la prensa regional; en la primera venida del huaico que obstruyó
la pista a la altura del km. 30 nos brindó la mayor satisfacción: “Empresa Andahuasi es la primera empresa
que siempre viene con su maquinaria a restablecer el tránsito”. Aun cuando
en algún momento fuimos superados por la fuerza de la Naturaleza, ampliamos
nuestra capacidad de ayuda, pues aparte de apoyar con maquinaria pesada, ahora repartimos
víveres, agua, comestibles, incluso ropa donada captada por los jóvenes
universitarios del grupo Resistencia. Nuevamente, el agradecimiento de los
pobladores recompensa la ardua labor desarrollada, esta vez liderada por la dirigencia del sindicato en
esta noble tarea de solidaridad.